Articular proyectos pedagógicos alrededor del emprendimiento es el propósito que se han trazado los docentes de la Institución Educativa Rural (IER) Villanueva, ubicada en el corregimiento Villanueva de Yolombó. Es así como docentes de español, sociales, artística, tecnología y ciencias naturales se han unido para crear proyectos trasversales donde la protección del ambiente sea un propósito, mientras el turismo y la venta de productos se convierten en proyectos de vida que generan ingresos para los estudiantes.
El proyecto de conservación ambiental lo hacen a través de iniciativas como el vivero, el programa de reciclaje, compostera y el avistamiento de aves. Mientras que la comercialización de productos lo logran a través de un mercado estudiantil y una cooperativa que ayuda en la asociatividad.
El desarrollo debe ser… sostenible
Profesores y estudiantes han puesto en marcha proyectos que ayudan al cuidado del medio ambiente y forman ciudadanos para el mundo actual.
El primero de ellos es el vivero, un espacio en el cual los estudiantes siembran plantas ornamentales, medicinales, aromáticas y frutales, que luego venden a visitantes. Y más allá, está la posibilidad que cada estudiante haga la siembra en casa, ya que la mayoría vive en zona rural y puede llevar esta práctica a su propia familia.
La segunda iniciativa la han denominado “la basura no existe”, se trata del aprovechamiento de los residuos que se producen en el colegio. Los empaques plásticos sirven para hacer ladrillos ecológicos, los residuos aprovechables se reciclan y los orgánicos van a una compostera, donde son los mismos estudiantes quienes la mantienen; de esta manera, logran aprovechar más del 50% de los residuos que se producen en la Institución y se promueve la consciencia que cada residuo puede ser aprovechable.
Los proyectos que desarrollan los estudiantes en los grados 10° y 11° son especiales; en décimo, aprenden a tratar el papel, convertirlo en celulosa y transformarlo en otros usos como cartón paja o artesanías; y grado undécimo, utilizan el aceite de cocina para hacer jabones. A todas luces, ingenio comprometido con el medio ambiente.
Ante la ausencia de laboratorios en la Institución, el aula es el aire libre; así lo expresa el profesor Juan Carlos Vallejo, líder e impulsor del proyecto, que trabaja con estudiantes, donde les pide seleccionar un animal o planta nativo de la zona y especializarse en ese campo, con miras a convertirlo en un proyecto productivo.
Bajo esta premisa surge el tercer proyecto, el avistamiento de aves; según el profesor Vallejo, “Colombia es el país más biodiverso de mundo en materia de aves, tan solo en el cañón del río Porce habitan 250 especies de aves; por ese motivo, surge el club de avistamiento de aves, tenemos una caseta con comederos, los estudiantes se están volviendo expertos en las especies y esperamos convertirlo en un destino ecoturístico de la zona”.
La inversión que brinda el IDEA a este proyecto ha sido destinada a la adecuación del vivero con una poli sombra y camas; el techado de la compostera y para la observación de aves se avanza en la adecuación del espacio y la compra de elementos para el avistamiento.